La estructura cristalina del agua parece ser un requisito indispensable para la supervivencia de los sistemas biológicos. ¿Pero cómo se genera esta estructura hexagonal en el agua?, ¿cómo se puede hacer visible? y ¿cómo se puede restablecer?
Orígenes de la vitalización del agua
Gracias a la investigación sobre los copos de nieve realizada por el artista y fotógrafo Wilson Bentley en 1922, el ser humano se dio cuenta de que el agua tenía la capacidad de manifestarse en formas distintas y por tanto la capacidad de transmitir distintos estados de sí misma. Fue el arte primero y luego la intuición los que dieron lugar más tarde a las primeras investigaciones científicas sobre la estructura hexagonal del agua y los denominados cristales líquidos — como se denominan estos extraordinarios compuestos moleculares hexagonales del agua — en las que se utilizaron fotos de cristales de hielo.
Fue el químico y físico coreano Dr. Mu Shik Jhon, de Seúl, quien a partir de 1964 realizó las primeras investigaciones científicas sobre los remolinos centrípetos en el agua y la estructura hexagonal del agua en la Universidad de Utah (EE. UU.). Aparte de los bonitos copos de nieve, ya existían algunas experiencias prácticas exitosas con agua remolineada, que despertaron el interés del físico coreano por esta investigación. Su interés por la energía de los vórtices de agua no cesó hasta su repentina muerte en 2004. Gracias a sus investigaciones de laboratorio, sus análisis y sus más de 250 publicaciones de carácter científico, en las que documentó los inusuales efectos del remolineado en el agua, poco antes de su muerte publicó el primer libro de divulgación sobre este tema, El puzle del agua y la clave hexagonal. Así, de repente se juntaron varios trabajos interesantes en la misma dirección.
El físico e investigador francés René Quinton también obtuvo muchos inexplicables éxitos prácticos con el agua de mar procedente de los vórtices de agua generados en el Mar Mediterráneo. A principios del siglo XX, obtuvo éxitos curativos bien documentados con niños que padecían de raquitismo. Su impresionante legado incluye una excelente documentación al respecto.
Avances en las investigaciones
En los años treinta del siglo pasado, el silvicultor e investigador austriaco Viktor Schauberger también investigó de manera práctica los efectos del vórtice en la naturaleza y, en especial, en el agua. Las observaciones que realizó en la naturaleza, sus experimentos y sus espectaculares investigaciones con técnicas no convencionales que él mismo desarrolló y construyó en su mayor parte siguen sirviendo de guía hoy en día para comprender la fuerza implosiva del vórtice. Muchas de sus notas todavía se utilizan actualmente en conferencias y seminarios para facilitar la comprensión de la fuerza del vórtice. Olof Alexanderson, un amigo sueco de la familia, escribió una biografía detallada y muy conocida sobre él y su dedicación a los remolinos centrípetos y su enorme potencial titulada Agua Viva, disponible en español.
A finales de los años 90, el investigador japonés del agua Dr. Masaru Emoto atrajo la atención mundial con sus libros ilustrados con documentación fotográfica de especial belleza sobre cómo las diversas estructuras del agua cambiaban en función de la música, el lenguaje y las emociones. Sus libros ilustrados y sus seminarios y conferencias por todo el mundo contribuyeron decisivamente a la comprensión del poder vital del agua.
Fue en ese momento cuando Peter Gross y su equipo comenzaron a investigar y diseñar el Vitalizador GIE, el primer vitalizador de agua que trabaja con componentes científicamente reconocidos, como la cascada de vórtices centrípetos, el generador de Kelvin y el modelo Gillespie.
En la actualidad existen varios investigadores activos, como el profesor Dr. Gerald H. Pollak de la Universidad de Washington, que confirman los viejos conocimientos una y otra vez por medio de investigaciones nuevas. Y con cada nuevo conocimiento sobre el agua, las palabras de Sócrates, «Solo sé que no sé nada» parecen cada vez más actuales.
El efecto GIE
El movimiento de los remolinos dirigidos hacia dentro está estrechamente relacionado con las frecuencias cósmicas de la tierra. El remolineado artificial del agua hace que los patrones de frecuencia alterados en la misma se alineen de nuevo con la naturaleza. El remolineado centrípeto del agua es el fundamento que hace posible que esta pueda integrar otras frecuencias favorables para la vida y permitir así la acumulación de la fuerza vital en el agua.
Este es el principal factor que influye en la calidad del agua energética generada por el Vitalizador GIE, al cual se añaden otros factores que en conjunto producen un efecto completo, conocido como efecto GIE.
Como segundo factor importante se encuentra el principio de acción que fue conocido por primera vez en la física gracias al generador de goteo de Kelvin. En este generador, la dispersión inducida por la tensión del chorro de agua en varios ramales de tubería es lo que provoca un cambio en el comportamiento del agua. En condiciones ideales en pruebas de laboratorio incluso es posible observar un ligero resplandor en el chorro de agua. Este fenómeno — es decir, este comportamiento un tanto peculiar del agua — también sugiere que el cambio en el flujo de agua aumenta la electricidad intrínseca del agua que fluye, el llamado potencial zeta, lo que a su vez activa muchos otros fenómenos. Los tubos que se dividen en la dirección del flujo, sus cámaras vórtice y la velocidad del flujo son componentes esenciales del activador GIE. En combinación con el remolineado múltiple en cascada, esta función cobra una gran importancia.
También se han descubierto en el agua fuerzas de unión pentagonales bipiramidales en forma de otras estructuras cristalinas (también conocidas como el modelo de Gillespie, 1950), que unen la estructura molecular aún más estrechamente en un espacio reducido. Como resultado se obtienen más ángulos de unión en el mismo espacio. El espacio ocupado de esta manera se rellena con más estructuras elásticas. En este tipo de agua se puede encontrar un número de estructuras hexagonales considerablemente mayor, con un ángulo distinto entre los dos puntos de hidrógeno.
Estos son los aspectos esenciales de la compleja tecnología GIE, que fue desarrollada, entre otros, por Peter Gross. En cada paso de su desarrollo fue acompañado por un grupo de físicos austriacos.
La tecnología de agua GIE presentada por el ingeniero Peter Gross incorpora varios elementos funcionales de Viktor Schauberger (el efecto vórtice), Wilhelm Reich (la energía orgónica) y otras técnicas del conocido investigador estadounidense Dr. Patrick Flanagan.
El Dr. Patrick Flanagan, que ha estado investigando el agua de Hunza y la longevidad asociada a ésta desde 1963, escribió sobre la estructura pentagonal-bipiramidal en el contexto de su investigación sobre la pirámide y realizó investigaciones al respecto en el agua. Encontró estas estructuras en el agua de Hunza y en otros 4 lugares del mundo, que cuentan con un agua de una calidad muy especial.
Marion Kuprat, fundadora de Agua Viva, con Patrick Flanagan.
El agua necesita ser vitalizada
El agua potable (al igual que la sal de mesa y algunos otros alimentos) ha sufrido muchos cambios en la sociedad actual debido a su manipulación, por lo que ha perdido toda su integridad. Cada vez es más necesario añadir estas estructuras al agua aplicando métodos tecnológicos, ya que el consumo mundial de agua es demasiado alto como para permitir que el proceso natural madure, como sucedería en la naturaleza. Cada año el agua proviene en mayor cantidad de aguas salobres y de aguas insuficientemente depuradas, que son devueltas a los ríos por las plantas de tratamiento de aguas residuales y, posteriormente, son tratadas de nuevo para obtener agua potable. A pesar de que es un procedimiento bastante habitual, aún no sabemos exactamente cómo nuestro cuerpo se enfrenta a este agua extremadamente comprimida. Para nuestro cuerpo, este agua es muy difícil de digerir y tiene un efecto adverso en el flujo sanguíneo. Por no mencionar las frecuencias de los contaminantes transmitidos debido al contacto con elementos tóxicos.
Del mismo modo que la sal no solo es NaCl, el agua no solo es H2O. Aún no somos plenamente conscientes de las implicaciones y consecuencias que tendrán estos cambios en la industria. Pero estas estructuras cristalinas en el agua y la sal parecen tener una influencia decisiva en nuestra vida y en nuestra salud.
Es muy probable que la calidad biofísica del agua se analice con mucho más detalle en futuras investigaciones. Hasta ahora, las investigaciones anteriores han permitido revelar datos que nos afectan de manera similar a como en su día lo hicieron las primeras imágenes de rayos X, que solo pudieron perfeccionarse a medida que se aceptaban los resultados de las investigaciones.
Hoy en día, ya es posible medir la estructura cristalina en el agua gracias a los conocimientos adquiridos acerca de las vibraciones y frecuencias, lo que ejemplifica los nuevos métodos de medición biofísicos del potencial energético del agua y los hace más comprensibles.
Los principios funcionales que aquí se mencionan han sido aceptados generalmente y son conocidos desde hace varios años como el “efecto GIE”. Están estrechamente vinculados al Vitalizador GIE y en observaciones técnicas ya se ha hecho referencia a ellos como el “efecto GIE”.
Marion Kuprat
Para aclarar posibles malentendidos y cumplir con los requisitos legales, a continuación se expone el siguiente aviso:
La vitalización del agua es un tema científicamente controvertido y aún no reconocido generalmente por la ciencia académica, a pesar del hecho de que un gran número de físicos, biofísicos y químicos entusiastas están investigando estos temas y obteniendo resultados sorprendentes. Lo mismo se aplica a los métodos de análisis biofísico, que, debido a su heterogeneidad natural, todavía no han obtenido el reconocimiento de la ciencia académica (ejemplo: los análisis de campo oscuro estudian la vitalidad mientras que los análisis químicos determinan la composición de los componentes medibles. Hoy en día sabemos que estos métodos de medición no son mutuamente excluyentes, sino que se complementan entre sí).
En los últimos años, la cuestión del «agua» y el entendimiento de la «sal» han despertado un insospechado interés en el público. Por esta razón, me interesa mucho explicar algunas de las conexiones que se conocen actualmente, aunque esto se salga del marco legal aplicable.