Cosas a tener en cuenta a la hora de elegir una ósmosis inversa
Existe mucha confusión acerca de la técnica de la ósmosis inversa y uno puede encontrarse con una situación difícil a la hora de elegir un filtro de agua eficaz y adecuado. La abrumadora cantidad de información existente está lejos de ser una garantía de que a través de la filtración del agua por ósmosis inversa se obtenga realmente un buen agua potable. Por favor, no confunda su confianza en la tecnología con los requisitos de la naturaleza.
Se trata de una sustancia que probablemente sea única en nuestro cosmos. El agua es una fuente de vida. Esto suena tan normal para nosotros que ya nos suena casi banal. Pero esto no cambia el hecho de que toda la vida sobre la tierra depende del agua viva, y simplemente no creo que la fuerza vital del agua realmente solo pueda desarrollarse a través de la osmosis inversa desarrollada en los años 60. Si fuera así, entonces ¿cómo hemos podido sobrevivir durante todos estos miles de años hasta la actualidad con los “intolerables minerales orgánicos” contenidos en el agua potable?
Los sistemas de filtración por ósmosis inversa producen agua desmineralizada, un “fluido sintético” que no existe de esta forma en la naturaleza. Incluso el agua de lluvia no está libre de sales minerales o contaminantes. El agua de lluvia sólo es agua de lluvia hasta que toca el suelo, donde inmediatamente trata de disolver las sustancias y atrae rastros de éstas hacia sí. Este proceso es la causa y el origen de toda vida. La comparación comúnmente utilizada de que el agua de lluvia es agua destilada por lo tanto tampoco es cierta en la medida en que el agua de lluvia ya contiene partículas de las diferentes capas de la atmósfera con la información de éstas y de nuestro espacio.
La lluvia no es agua destilada, contiene partículas de las capas de la atmósfera
El argumento del exceso de minerales inorgánicos tampoco es cierto si se tiene en cuenta que el agua necesita a los minerales principalmente para mantenerse a sí mismo como una fuente generadora de vida. Ya que si no dispone de ellos, pierde el equilibrio de la naturaleza y esta desvinculado de ella.
En los sistemas de filtración por ósmosis inversa los contaminantes microbiológicos son un problema que no debe subestimarse, inmediatamente después del tratamiento comienza la contaminación. Seguramente esto tiene que ver con la acidez del resultado final; el agua de una ósmosis sale ácida. Por este motivo surge un proceso parecido como el de una fruta cortada que comienza a oxidarse inmediatamente alrededor de sus cortes. A través de la contaminación, bacterias, microorganismos, parásitos y virus pueden ingresar en el sistema de ósmosis inversa a través de la salida del agua y la manguera de salida. Esto aún no sería ningún problema debido a que los microorganismos solo pueden multiplicarse de forma limitada sobre pequeñas superficies. En cambio, dentro de los propios sistemas de ósmosis inversa estos microorganismos pueden multiplicarse significativamente sobre la gran superficie de la membrana de ósmosis inversa resultando en un peligro potencial para la salud. Esto se da en mayor o menor medida dependiendo del material de la membrana. A esto hay que añadir que aunque los aparatos de ósmosis de hecho son adecuados para un filtrado muy fino, el crecimiento bacteriano sobre la membrana filtrante puede atravesar al otro lado de la membrana si se producen largos periodos de reposo. Debido a la falta de minerales alcalinizantes y el escaso movimiento del agua dentro del sistema, altas concentraciones de colonias de bacterias, parásitos y virus no son enjuagadas suficientemente y después de cierto tiempo acaban por contaminar de forma explosiva el agua filtrada.
El agua de ósmosis, estrictamente hablando, es un agua en proceso, que sin un mantenimiento y limpieza regular puede resultar en un riesgo potencial incontrolable. Desinfecciones especiales son esenciales. La desinfección debería realizarse cada 4 semanas y debido a la complejidad de la técnica muchas veces solo puede ser realizada correctamente por personal especializado.
Pero en realidad generalmente no suele realizarse una desinfección realmente profesional, ya que al usuario no se le suele informar sobre este enorme mantenimiento que además genera costes. Algunos aspectos a tener muy en cuenta son:
A través de la conexión posterior de un sistema UV se pueden desactivar microorganismos, pero no parásitos que son resistentes a los rayos UV. Los sistemas UV son caros, requieren de energía eléctrica, y producen agua caliente que a su vez contribuye al crecimiento bacteriano.
⇒ Los sistemas de filtración de ósmosis inversa de tamaño doméstico y económico solo pueden filtrar nitratos y nitritos en un 85 y 92%. El 8 – 15% restante de nitratos son reducidos en el agua potable tratada ácida a través del tratamiento UV en nitritos, es decir, en un contaminante que tiene efectos cancerígenos. Se obtiene precisamente aquello que en un principio se pretendía evitar con la filtración por ósmosis.
⇒ El siguiente punto es que los sistemas de ósmosis inversa desperdician varias veces la cantidad de agua potable obtenida. Esto también se aplica a los sistemas sin depósitos, que no disponen de tanques de almacenamiento. En los sistemas de filtración de ósmosis inversa profesional para la producción de agua de proceso para farmacias, laboratorios o baterías de coches, etc. es decir, para unos requisitos de calidad muy altos, incluso se pueden desperdiciar hasta 20.000 litros de agua por cada 1.000 litros producidos.
⇒ Los cartuchos de los sistemas de ósmosis inversa deben sustituirse a los 6 meses (cartuchos de carbón activo, filtros de sedimentos) y después de 2 años se debe renovar la membrana. Si el sistema dispone de un cartucho contra la cal, este debe sustituirse incluso después de 2 meses. El cliente no puede detectar cuando se produce la saturación del cartucho anti-cal. Entonces la cal se acumula sobre la membrana de ósmosis. La consecuencia es que la membrana ya no filtra bien y deberá reemplazarse antes. Con una acumulación excesiva se producen grietas lo que permite el traspaso de contaminantes. El usuario generalmente no se da cuenta del deterioro hasta mucho más tarde, a no ser que compruebe el sistema regularmente o que el sistema disponga de un mecanismo de comprobación automático instalado.
Cartuchos de ósmosis
Qué hace una buena unidad de ósmosis
Si desea comprar un buen sistema de ósmosis inversa, definitivamente existen equipos buenos y profesionales que incluso en tamaños domésticos filtran el agua de forma excelente. Esta observación no debe quedarse corta. Sin embargo, la abundancia en la oferta y las promesas de muchos fabricantes de sistemas de ósmosis inversa hacen que resulte muy fácil perder la perspectiva.
Cuando se extrae el agua de su estado natural, serán necesarias demandas especiales a la tecnología en el ámbito de los sistemas de ósmosis. Esto es particularmente cierto para la naturaleza y propiedades de todos los materiales utilizados y los mecanismos de control. Incluso con los plásticos que se utilizan para fabricar los aparatos de ósmosis (es preferible el acero inoxidable) hay enormes diferencias con respecto a la calidad y el precio, sobre todo en las membranas.
Un completo sistema de ósmosis inversa, con tanque y accesorios, que se suele ofrecer al usuario final por debajo de los 500 euros, teniendo en cuenta todos los costes de los materiales, la producción, el transporte, embalaje y comercialización, simplemente no puede estar fabricado con materiales de alta calidad y tecnología avanzada. Por lo tanto, en este tipo de ofertas generalmente se suele tratar de productos de bajo coste procedentes del lejano oriente, con requisitos de calidad claramente inferiores y que a menudo incluso ¡no están sujetos a requisitos de calidad algunos!
Durante el enjuague de la membrana, así como durante el transporte del filtrado generalmente en todos los sistemas de ósmosis inversa se produce una cierta cantidad de agua residual. El volumen de agua residual generalmente se expresa como una proporción de agua potable respecto al agua residual. Por ejemplo, muchos proveedores indican un valor de 1 a 3. A parte de que muchas veces esta información no suele corresponderse con la realidad, o que cambia a las pocas semanas de funcionamiento, en una buena técnica de ósmosis el enjuague requiere de suficiente cantidad de agua para reducir la formación de gérmenes. Sin embargo, el consumo real de agua a menudo es mucho más alto por otros motivos (por ejemplo, por cambios en la presión). Generalmente solo se extrae de medio litro a un litro del tanque de almacenamiento del filtro y posteriormente el sistema empieza a producir exactamente la misma cantidad de agua fresca que la que fue extraída. Pero de esta forma siempre está trabajando con el tanque de almacenamiento (casi) lleno que genera una enorme contrapresión, lo que a su vez conduce a altas tasas de desecho y cambios en la presión. Por eso existen aparatos con módulo de ahorro de agua, pero que no solucionan el problema de la limpieza con extracciones bajas. Muchas veces se utilizan bombas de presión eléctricas, que deben aumentar la débil presión técnica, pero que consumen electricidad adicional y que en realidad no serían necesarios para los aparatos domésticos normales. Lo correcto aquí sería la extracción completa del tanque. Así el tanque puede volver a llenarse por completo mientras que la cantidad de agua extraída se distribuye en botellas de almacenamiento.
Especialmente en los filtros de agua DirectFlow sin tanque, debido a su diseño compacto a menudo se prescinde estructuralmente de la posibilidad de un sistema cerrado. Esto ya no permite el sencillo llenado del producto de limpieza o desinfectante. El sistema de mangueras de este tipo de sistemas nunca puede ser enjuagado con productos de limpieza.
Además, se suelen anunciar altos valores de retención de las sustancias nocivas que dependen de la membrana utilizada y de la técnica del dispositivo de ósmosis inversa ofrecido. En dispositivos muy económicos sería poco probable que estos dispusieran de buenas membranas, que de hecho suele ser un factor muy costoso de cada unidad de ósmosis.
Lo admito, para un profano realmente resulta todo un reto conseguir una buena visión general entre las distintas ofertas. A menudo, esto simplemente no es posible.
¿Significa esto que los filtros de agua caros son necesariamente mejores? No, por supuesto que no. Ya que muchas veces incluso el filtro de agua más caro carece de los componentes clave. Cuanto más compleja es una técnica, más importante es que, o bien nosotros mismos dispongamos de los conocimientos suficientes, o siguiendo determinados criterios confiemos en la competencia del proveedor, tal y como lo haríamos por ejemplo, al comprar un coche.
Marion Kuprat